30 años de El Circo de Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio”.
LOTERÍA/ Arturo Hernández
“Corre y se va que corriendo con…30 años de El Circo de Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio”
La elasticidad de las letras y su abanico de posibilidades como el mirífico juego de la lotería, donde la cotidianidad revela los sustantivos, les da forma, los moldea con el matiz de los adjetivos.
Imágenes que trasgreden los silencios y visten de colores la geometría de la realidad. Este ejercicio semanal no intenta abrigar pretensiones, solo es una exposición de palabras con temáticas diversas que con toda humildad comparto con ustedes estimados lectores.
Agradezco al equipo de Plaza Independencia por su invitación a participar en sus páginas, sin más preámbulos comencemos a cantar la lotería…
1991 un año de espejos ciegos y crucigramas henchidos de grafías entretejidas por el asombro, el “salinato” irrumpía la mitad de su sexenio con máscaras inefables y ruidos oxidados.
Era el año del eclipse solar que paralizó a México durante siete minutos, tan dilatados como la algarabía por el campeonato que obtenía los Pumas venciendo a la América en la final del fútbol mexicano.
En septiembre, la URSS reconocía la independencia de Estonia, Letonia y Lituania. El tren de la ruptura iniciaba su marcha, pronto involucró a otras repúblicas y al final de la estación terminaría con la disolución de la Unión Soviética.
Fue en ese mismo itinerario del calendario, el 24 de septiembre de 1991 que es lanzado bajo el sello BMG México, una de las obras musicales más transcendentales de la cultura popular mexicana: El Circo de Maldita Vecindad y los Hijos del 5to Patio.
Un segundo álbum de estudio, donde el bullicio se fusiona en un crisol de ritmos que encienden el tejido claroscuro de las calles. “En donde el hambre se ve como un gran circo en acción”, artistas anónimos ejecutando su rutina cotidiana bajo las estridentes luces de los semáforos.
Donde un auto blanco beligerante “que orgulloso va, vuela por la calle, a velocidad”, retando la fiereza del orgullo, un choque de clases sociales, el encontronazo entre Junior y José. Donde el horizonte son calendarios vertiginosos y nos recuerdan “que él era un buen carnal, que decidió viajar”, aquel amigo con el corazón lleno de ciudades, el migrante que reivindica su derecho, el sueño de los “pata de perro” y su eterno deseo de viajar sin ningún problema. Y así en esta radiografía florecen otros más abecedarios con rastro y rostro, en la elasticidad de los escenarios.
Además, el disco también está confeccionado por la presencia e inspiración de entrañables personajes como Carlos Monsiváis, Armando Manzanero, Kalimán, Tin Tan, Juan Gabriel, El Tío Herminio.
A 30 años de su aparición, El Circo sigue tan lleno de magia y de gloriosa inventiva.