Borremos eso de que la mujer es “la costilla del hombre”.
TAREA CIUDADANA/ Servando Miranda
Hoy encontré entre mis archivos una participación que tuve en el 2010 con motivo de un foro de consulta convocado por la Presidencia Municipal de aquel año. lo he releído y me revive esa concepción del Valor que la Mujer debe tener en el entorno de la vida social. Mi intención en ese tiempo y ahora es sacudir a quienes hasta ahora tienen a su cargo el diseño de programas de apoyo a las mujeres mexicanas pero que lo hacen de manera subjetiva sin permitir la participación de las mujeres de todos los estratos sociales, en el diseño de sus propias políticas públicas.
“Tal parece que el tema de actualidad sigue siendo la equidad de género y se hace práctica continua el utilizar momentos y espacios para enarbolar la bandera de la “redignificación de la mujer” y se dice en todos los foros el hombre y la mujer son iguales.
Cada día 8 de marzo se ensalza la virtud de la mujer mediante homenajes políticos done se repite una y otra vez el mismo discurso hueco, ante mujeres “representativas” de los diferentes estratos sociales y vienen los medios y las fotos y los aplausos…y la mujer….sigue desempeñando ingratamente “las labores del hogar” que no es otra cosa que una esclavitud disfrazada, y sigue siendo explotada laboralmente cubriendo largas jornadas recibiendo un raquítico salario y en muchos casos acosadas y abusadas sexualmente, y sigue la doble función de sostén del hogar y cuidado de la familia mientras pasa el tiempo y llega otra fecha más y llegan los procesos electorales donde vemos fotomurales de los candidatos donde exhiben los candidatos “su amor fraterno” y ahí siguen ellas sumidas en el mismo estado.
Hace falta que quienes administran la vida pública desde los gobiernos federal estatal y municipal coloquen a la mujer en la dimensión que su ser representa. La mujer pues, está llamada a desarrollar su esencia natural, LA PROTECTORA DE LA VIDA pero no solamente tras una escoba, no solamente como un objeto sexual sino como la parte que da la vida y la protege, como la esencia del mundo en el que vive.
Y en nuestro andar nos encontramos con organismos y programas de defensa a la mujer y a la familia preguntándonos: ¿con qué resultados?
Se hace de urgente necesidad diseñar mecanismos de apoyo que verdaderamente auxilien de una vez por todas la angustiosa y crítica situación que viven las mujeres en el campo y en la ciudad, en la vida laboral como en el seno del hogar, que las políticas s sean complementadas con un seguimiento puntual, sin paternalismos, sin suposiciones si no detectando sus necesidades reales; esto permitirá diseñar proyectos sistemáticos en los cuales se observe a la mujer desde un concepto multidimensional de su personalidad, borrar que la mujer es “la costilla del hombre” no, la mujer es ella es un ser con las mismas potencialidades que los hombres y si se ofrece, algunas veces hasta mas que ellos.
Vamos pues a asumir la responsabilidad compartida vamos dando oportunidad a que la mujer ocupe el lugar que legítimamente le corresponde en la vida laboral como en la función pública y delimitar para que los partidos políticos se dejen de simular en un ficticio 50%.
Dejemos de igual manera que las mujeres diseñen sus propias políticas públicas hagamos a un lado a quienes entorpecen el legítimo avance y posicionamiento de la mujer mexicana, es tiempo ya de dejar de ensayar en lo que “creemos” que es bueno para ellas.
Damos un aplauso a quienes han iniciado un trabajo con mujeres para mujeres, para quienes tienen bien claro que la mujer está ubicada en un lugar relevante dentro de esta dinámica de la vida social que se encuentra envuelta en una grave crisis de valores.