Todavía no nos cae el $20
HABLEMOS CLARO/ Josefina Meza
Hace menos de un mes, en las delegaciones, plazas públicas, presidencias municipales, balcones de oficinas gubernamentales, del mismo balcón del Palacio Nacional, hombres en su mayoría y algunas mujeres, salieron a emular el grito de independencia, y ya entrados (as) en la emoción, vitorearon a las heroínas y a los héroes, que ya es costumbre reconocer, como quienes nos dieron patria.
¡Viva México, Viva Hidalgo, Viva Josefa Ortíz de Domínguez!, y las multitudes encendidas por ese sentimiento de identidad nacional, gritaron hasta quedar afónicas (os) ¡“VIVAN”!
Pero, hablemos de seguridad, hablemos del cumplimiento de la obligación constitucional que tiene el Estado, de salvaguardar la vida y la seguridad de las mexicanas y los mexicanos.
De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Extraviadas o desaparecidas del País, hay más de 73,201 personas desaparecidas en México, más de 35 mil personas fueron asesinadas en 2020 y 3,723 mujeres fueron víctimas de feminicidio en nuestro país en 2020 y los feminicidios incrementaron un 7% en 2021.
Nuestro México, el bello territorio mexicano, si lo recorres de norte a sur, podrás observar que la tierra, es multicolor, los olores, son irrepetibles e inovidables, huele a tierra mojada, a frijol y maiz, pero también huele a sangre.
Los campos fértiles, antes sembrados con amor por manos encallecidas por el trabajo, hoy son sembrados con cuerpos. Cuerpos de personas que son padres, madres, hermanos, mexicanas y mexicanos, que son asesinados (as) por otras manos, de otros mexicanos, que sin ningún problema, y sin el menor sentido de culpa o arrepentimiento privan de la vida a sus iguales.
Nos hemos deshumanizado, le hemos entregado el país y el mando de las corporaciones policiacas a los grupos de delincuencia organizada.
¿En verdad podemos gritar ¡Viva México!?
Lo urgente será, desde mi perspectiva muy personal y desde el dolor que hoy invade mi alma, pacificar el país.
Porque nos mata el covid, nos mata la ineficiencia de los gobiernos, nos asesina la corrupción y nos esta matando la inacción y complicidad de una sociedad, a la que aún, no le cae el veinte de lo que está ocurriendo