Se agrava violencia de género en Querétaro
LA ESTOCADA/ Jerónimo Gurrola
De acuerdo con información proporcionada por el INEGI y el Intistituto Estatal de las Mujeres, en Querétaro se ha incrementado el problema de maltrato a las mujeres. En la última encuesta intercensal del 2016, Querétaro se ubicada como la quinta entidad a nivel nacional en cuanto a maltrato, mientras que en los últimos meses de este año, pasó de 279 mujeres violentadas a 680, de ellas, 491 violentadas en su propia casa de forma física, psicológica y por abuso sexual.
Vale aclarar que estos datos son solo de mujeres que interpusieron denuncia legal, calculándose el doble o triple de estas, pues en muchos casos se niegan a hacerlo por temor a represalias, por considerarlo como una pérdida de tiempo por falta de respuesta de las autoridades correspondientes o simplemente por pena.
Y lo que ocurre en la entidad es correspondiente con lo que sucede a nivel nacional, pues México ocupa el deshonroso lugar 31 del ranking mundial de un total de 146 países, con 76 por ciento, ocupando la cuarta posición en América latina y el Caribe, igual que pasa en lo referente a la igualdad de oportunidades, pues en su actividad laboral por cada 100 pesos que percibe en promedio un trabajador hombre, una mujer sólo gana 86 pesos.
Aunque declarativamente para el gobierno federal morenista y los gobiernos de los estados, combatir la violencia de género es un objetivo prioritario, los abusos se han convertido en un problema de salud pública, que pueden ser físicos o psicológicos, y no es extraño que la Organización de Naciones Unidas (ONU) ya considere la violencia de género como una pandemia.
Según datos de la Encueta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) realizada por el INEGI en 2016, la violencia contra las mujeres se presentaba principalmente en los ámbitos escolar, con el 25.3 por ciento, laboral con el 27 por ciento y en la comunidad con el 38.7 por ciento; manifestándose en acoso y abuso sexual, frases ofensivas, miradas lascivas, amenazas de violación, manoseos o exhibicionismo, hostigamiento, humillación e intimidación, acecho, discriminación por embarazo, golpes y asesinatos entre otras.
En la encuesta realizada por la ENDIREH en 2021 revelada recientemente, la violencia sexual contra las mujeres aumentó en más de 8 puntos porcentuales. De un total de 50.5 millones de mujeres de 15 años y más, 70.1 por ciento ha experimentado, al menos una situación de violencia a lo largo de su vida, y la violencia psicológica es la que presentó mayor prevalencia con 51.6 por ciento, seguida de la violencia sexual 49.7 por ciento, la violencia física 34.7 por ciento y la violencia económica, patrimonial y/ o discriminación, 27.4 por ciento, registrándose principalmente en el Estado de México, con 78.7 por ciento, Ciudad de México, 76.2 por ciento y Querétaro con 75.2 por ciento.
Ciertamente, Querétaro es un estado conservador, machista y con un sistema cultural patriarcal, concepción que se debe atender y corregir desde la escuela y la familia, pero falta una verdadera aplicación de las leyes que en el discurso muchas veces se presume, pues nada justifica las agresiones contra las mujeres, seres iguales, con los mismos derechos, más inteligentes y más luchadoras que muchos “machos”.
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