
Respuestas equivocadas, en el momento equivocado.
EDITORIAL/ Plaza Independencia

Sabemos que es un área delicada y además no les gusta que les recuerden sus responsabilidades, pero la Fiscalía del Estado de Querétaro y su Fiscal Alejandro Echeverrria, deben “ponerse las pilas”, principalmente en lo relacionado con la violencia que se ha desatado en contra de las mujeres.
El propio Gobernador de Querétaro Mauricio Kuri, salió esta semana, a enmendarle la plana no a una, no a dos, sino a tres fiscales “especializadas” en la atención a mujeres violentadas, quienes decidieron “batear” a una mujer que denunció violencia verbal y física, por parte de un vecino, al interior de unos Condóminos Residenciales en Juriquilla.
Nunca se imaginó la burocracia de la Fiscalía de Querétaro, que en redes sociales, esa denuncia corrió como pólvora, llegando a las principales cadenas televisivas y de allí a las portadas de periódicos y retomada por columnistas nacionales.
Y como no, si en el video, se observa como un energúmeno arremete contra la mujer y la avienta al piso y la amenaza con arma punzo cortante.
Más allá de la declaración política del Gobernador Kury, en la que asegura que se hará justicia, la realidad que se está viviendo, obliga a que el propio Fiscal Alejandro Echeverría “tome el toro por los cuernos” y se apliquen los correctivos que sean necesarios.
Entre más dura sea la sanción mejor. (Si es que dejan la soberbia a un lado) Acá fuera sabemos que “el horno no está para bollos”.
Cuando una mujer acude a denunciar cualquier tipo de abuso -provenga de donde provenga- de entrada tiene que tener el beneficio de la credibilidad.
¿En qué cabeza cabe?
Ocultar, minimizar, distraer o incluso batear, no es y nunca ha sido una respuesta responsable o eficaz de cualquier gobierno. Sobre todo de los Gobiernos que aseguran estar comprometidos con la seguridad y bienestar de las mujeres.
Las típicas respuestas burocráticas, utilizadas por años para precisamente “enfriar” la denuncia o la propia denunciante, hoy son la evidencia de lo que las feministas llaman “sistema patriarcal”.
Y son un verdadero suicidio, para los políticos que las quieran defender o avalar.
Nunca más la respuesta de un “funcionario o funcionaria” de la Fiscalía -a una denuncia de violencia contra las mujeres- debe ser: “¿Tiene pruebas de qué realmente fue golpeada?”, “Siempre entre las parejas hay problemas, trate de solucionarlo -por las buenas-”, “Salgase de su casa y váyase a un hotel” o peor aún “Es que ustedes, los provocan”.
Sin dunda son todas ellas; “respuestas equivocadas, en el momento equivocado”.