
No son iguales…son peores y merecen ir al cesto de la basura.
Por Jerónimo Gurrola

¿Alguien recuerda el caso Odebrecht, uno de los más grandes actos de corrupción cometidos en México, con enormes sobornos a dirigentes políticos, partidos y funcionarios públicos, en su momento muy criticado por Morena, donde los principales protagonistas fueron el ex director de Pemex, Emilio Lozoya y Jorge Luis Lavalle Maury, este último procesado año y medio en el reclusorio norte de la Ciudad de México, acusado de asociación delictuosa, lavado de dinero y cohecho?
Bueno, pues por “palancas” lo han puesto en libertad, y la gobernadora morenista de Campeche, Layda Sansores lo acaba de nombrar Secretario de Desarrollo Económico del gobierno del Estado. Porque “es inocente”, según ella.
Francisco Garduño, muy cercano al ex presidente Andrés Manuel López Obrador, ex comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM) y vinculado a proceso por la muerte de 40 migrantes por un incendio en la estación migratoria de Ciudad Juárez, en marzo de 2023, aunque fue vinculado a proceso, permaneció en el cargo durante toda la pasada administración morenista sin ninguna consecuencia.
Javier Corral, ex gobernador panista y ahora Senador por Morena, respaldado por el ex presidente López Obrador y perfilado por la presidenta Claudia Sheinbaum para colocarlo como Jefe de la Agencia Federal Anticorrupción, tiene órden de aprehensión girada por jueces de Chihuahua, acusado de desvío de recursos.
Ignacio Ovalle, extitular de Segalmex, denunciado por desfalco de cerca de 15 mil millones de pesos, y puesto al frente del Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal (Inafed), a pesar de que hay 26 personas vinculadas a proceso penal, entre ellos nueve servidores públicos, ningún proceso penal ha sido presentado en su contra.
La lista es enorme, pero vale la pena destacar el reciente pleito entre los morenistas, Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados y el Senador Adán Augusto. López Hernández, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, ambos, precandidatos a la Presidencia de la República por su partido.
Resulta que López Hernández reprochó en la sesión pública del Senado del 13 de diciembre a Ricardo Monreal, la reducción presupuestal millonaria al Palacio Legislativo, de casi 124 millones de pesos, cuyo presupuesto asciende sólo para su funcionamiento, a más de 5,100 millones de pesos.
Ahí, Adán Augusto amenazó a Monreal con acusarlo legalmente y solicitar la rescisión de un contrato por 60.5 millones de pesos para la prestación de la administración de los archivos con la empresa Full Services de México y otro acuerdo multianual por 90.4 millones de pesos con Grupo Piasa, que permanecieron en la administración de Ricardo Monreal.
“Les informo que vamos a continuar limpiando cualquier sospecha de corrupción o de connivencia al Senado de la República. Vamos a presentar las denuncias para que informen al Senado de la República… Vamos a presentar, en la próxima sesión, tres o cuatro contratos más donde también se simulan prestaciones de servicio al Senado”, amenazó López Hernández.
Mientras tanto, la presidenta Claudia Sheinbaum, maniobra para que no salga a la luz pública toda la “pus” de su partido y su gobierno. ¿Esos son los que acabaron con la robadera y la corrupción en México?
No son iguales…son peores y merecen ir al cesto de la basura.