Mal negocio, regularización de asentamientos en Corregidora.
LA ESTOCADA/ Jerónimo Gurrola
Por alguna razón que evidentemente no sólo es la de brindar seguridad patrimonial a las familias, varios alcaldes atingentemente trabajan en el tema de la regularización de asentamientos, como lo está haciendo el presidente municipal, Roberto Sosa Pichardo en Corregidora.
En sesión ordinaria del H. Ayuntamiento, realizada el 26 de enero del presente año, encabezada por Sosa Pichardo, presidente municipal de Corregidora, se aprobó por unanimidad la regularización de 47 asentamientos, supuestamente con el objetivo de apoyar a las familias en su economía y de garantizar su patrimonio. Los integrantes de este órgano también autorizaron programas para el pago del impuesto predial y traslado de dominio para el ejercicio fiscal 2022.
Es muy bueno sin duda, que haya descuentos en el pago del impuesto predial, sobre todo para las familias que viven en colonias populares, afectadas por la falta de empleos por la contingencia sanitaria por Covid-19 y la falta de efectivos programas de los gobiernos para reducir sus efectos. Hasta aquí todo bien.
Sin embargo llama la atención que a pesar de que en la lista de los asentamientos propuestos por el alcalde estén incluidas, entre algunas otras, que serán motivo de precisión en otro momento, aparezca en primer lugar, la colonia Altos del Pueblito, delegación La Negreta, que el alcalde sabe perfectamente, está en litis.
El Artículo 21, fracción tercera de la Ley para la Regularización de los Asentamientos Irregulares del Estado de Querétaro establece que si durante el trámite de integración del expediente técnico jurídico administrativo, la autoridad substanciadora tiene conocimiento o es notificado por autoridad competente, de la existencia de algún procedimiento que afecte la propiedad o posesión del terreno en que se encuentra el asentamiento humano irregular, podrá emitir acuerdo de cancelación del procedimiento.
Y efectivamente, el asentamiento no se encuentra libre de procesos judiciales, como lo hemos denunciado antes, y el alcalde Roberto Sosa lo sabe muy bien. Sin embargo, por razones políticas junto con su regidor favorito en estos asuntos, Carlos Jiménez Rodríguez, a toda costa insiste en respaldar las acciones delincuenciales de los hermanos José y Joel Arias, este último encarcelado durante algunos años por apoderarse de propiedades que no les corresponden, como intentan nuevamente con 2.5 hectáreas, además de vender y revender lotes, y empoderados, todos los días amenazan y golpean para despojar de sus propiedades a cientos de familias de La Negreta, como han hecho también en Querétaro y El Marqués.
Desde luego que Sosa Pichardo está en todo su derecho de elegir a sus amigos, como Carlos Jiménez, los hermanos Arias y Reina Bañuelos, así como aspirar a otros puestos de mayor trascendencia política, pero a nuestro juicio, no se vale que se use el poder para perjudicar los derechos de cientos de familias buenas e inocentes, muchas de las cuales por cierto, después de años, carecen de los servicios públicos más elementales, como agua potable y luz eléctrica por las influencias de estos señores.
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