“Los Mitos del Agua” de San Juan del Río (Tercera Parte)
INBOX POLITICO/ Claudio G. Osornio
“En el Río pasan ahogados, todos los espejos del pasado”
Un tema vital que es necesario abordar es sin duda verificar ¿cómo se ha comportado la calidad del agua de la que hacemos uso diariamente los habitantes de San Juan del Río? Hay que considerar que a nivel nacional, hasta antes de 1953, el agua de nuestra ciudad, tenía una calidad muy por encima de la media nacional.
Paulatinamente la calidad del vital líquido fue disminuyendo con el paso de los años, hasta que en 1991 gracias a que el control del organismo operador de agua pasó a manos del Ayuntamiento de esta localidad, se comenzó a trabajar -por vez primera- en un concepto de “Cultura y Cuidado del Agua”.
Tenemos que remontarnos en la historia, para entender dicho momento.
El distintivo de “Veda” otorgado por el Gobierno Federal en 1953 precisamente tenía como uno de sus objetivos más importantes, el de preservar la calidad del agua del Acuífero de San Juan, el cual por cierto trasciende el territorio Sanjuanense y se extiende poderosamente, en el subsuelo de otras localidades como Tequisquiapan, Pedro Escobedo, El Marques y Colón, en su parte norte; además de Amealco y Huimilpan en su parte sur. Para que nos demos una idea, dicho acuífero tiene una extensión de 2264 km.
Desgraciadamente el crecimiento acelerado de la población, sumado a un voraz desarrollo industrial -aún no muy bien ponderado y justificado- además del lógico aumento de servicios y la agricultura misma, han provocado, cada vez más, una férrea competencia en el uso del recurso de agua subterránea que hay en San Juan del Río, lo que ha ocasionado una irremediable sobreexplotación.
Pero volvamos a los cuestionamientos iniciales. ¿Por qué la calidad del agua de San Juan del Río, que era inmejorable, hoy cumple escasamente con la normatividad oficial? ¿Qué nos pasó?
Bueno pues en ese sentido tenemos que entender una cosa: la calidad del agua del acuífero del Valle de San Juan está directamente relacionado con su mayor afluente del que se nutre y que es nada más y nada menos que el Río San Juan.
Según un estudio firmado en el mes de julio del 2011 realizado por María del Pilar Saldaña del Instituto Mexicano de la Calidad del Agua y Edmundo Díaz de la Universidad Autónoma de Querétaro, se establece nítidamente que las constantes descargas públicas (residenciales-comerciales) además de las descargas industriales, son las responsables de que la calidad del agua que alguna vez -presumió- nuestro acuífero, sea hoy sólo un recuerdo.
A pesar de ello, el panorama en este sentido puede verse desde diferentes ópticas
Los esfuerzos de la actual administración para desazolvar el Río San Juan, deben ahora acompañarse con un control más férreo de las descargas clandestinas, para seguir verdaderamente por una nueva ruta de desarrollo sustentable.
Recientemente en el marco del Día Mundial del Agua, Gilberto Ugalde titular de la Junta de Agua Potable y Alcantarillado Municipal (JAPAM) enfatizó que la dependencia a su cargo no sólo cumple con normas oficiales y estándares de calidad y tratamientos de potabilización, sino que además se cuenta con los controles de salubridad que deben estar presentes en los sistemas de abastecimiento y distribución de agua para uso y consumo humano.
El funcionario municipal agregó que en cuestión de calidad de agua, la JAPAM sigue entregando una de las mejores a nivel nacional.
Continuará…