Las mujer mexicana sigue sufriendo, por discriminación.
TAREA CIUDADANA/ Servando Miranda
Las mujeres tradicionalmente habían venido siendo objeto de discriminación laboral y familiar, merced a los atavismos machistas que por muchos años permeó en las sociedades del mundo.
En México no fue la excepción y así vimos y vemos aún como, particularmente en los sectores rurales y zonas urbanas populares, esa práctica se sigue dando ante la indiferencia acomodaticia de quienes tienen la responsabilidad de velar por el desarrollo armónico de la sociedad.
Ciertamente los gobiernos de alguna manera han venido poniendo atención en brindar espacios educativos a la población en general, sin embargo, en muchos de los casos, la falta de recursos económicos o la tradicional idea de que “las mujeres no tienen que estudiar pues al fin y al cabo se tendrán que casar y será obligación del esposo la manutención de la familia” deja fuera de posibilidades de desarrollo personal y social a muchas niñas y jovencitas que serán en su momento víctimas del sometimiento y la discriminación en la familia o en los empleos.
Discriminación y sometimiento familiar…se repetirá la historia de que la mujer está hecha para barrer, trapear, hacer de comer, lavar trastes y ropa, planchar, etc. Y si sale a trabajar será doble lo que recibe de sometimiento y discriminación, pues en el trabajo será asignada a labores de limpieza y en muchos casos de repetir lo mismo que hace en la casa.
Es aquí donde debiera cobrar relevancia el Movimiento Feminista….. ¿Qué hacer?
Ocuparse de que los organismos públicos creados para atender a la familia, a la mujer, a la juventud diseñen estrategias para llegar al punto dónde se genera la dinámica de la vida social: La Familia.
NUNCA dejaré de señalar que mientras esos organismos sigan siendo espacios para cumplir compromisos dejados por participaciones en campaña, asignando gente sin ningún conocimiento sobre los comportamientos sociales, ocupados esos puestos por personas que jamás han tenido contacto con las carencias de la gente, la discriminación y violencia familiar y laboral siempre van a persistir.
Por otro lado, y sin dejar de ser solidarios con quienes han sufrido la pérdida de sus hijas, hermanas o esposas, rechazo absolutamente el linchamiento social que algunas ”feministas” vienen haciendo en contra de las autoridades de todos los niveles, por los feminicidios que día con día se presentan en nuestro País. Nada más insensato como exigir ”mayor seguridad” cuando en muchos de los casos son resultado de los comportamientos vistos y adquiridos en los hogares.
Debemos tener muy claro que ningún gobierno tiene la capacidad para asignar un policía a cada niña que se va de fiesta sin el control de los padres, aunque si, los gobiernos tienen la obligación de Prevenir comportamientos antisociales como es el robo, el secuestro, entre otros delitos.
Son los padres quienes deben estar al tanto de sus hijas e hijos. Son ellos quienes tienen la obligación de que sus hijos vayan a la escuela y aprendan. Son los padres, responsables de las conductas de sus hijos dentro y fuera del hogar.
SIEMPRE levantaré la voz para que los gobiernos apoyen verdaderamente a las familias de manera que sus integrantes no tengan que manifestarse con violencia.
Y ya que hablamos de manifestaciones violentas, tenemos que referirnos a quienes amparadas por rostros cubiertos se manifiestan agrediendo a los hombres, deteriorando edificios y monumentos históricos. Esa es una proyección de la deformación social que nace en el seno del hogar…eso NO es FEMINISMO.
El Movimiento Feminista busca en su origen la igualdad de oportunidades para mujeres y hombres en todo orden social, laboral y político.
Tengo amigas Feministas que no se encapuchan, que no agreden a los hombres ni a los edificios públicos ni tampoco a los monumentos históricos las admiro y las respeto por su lucha incansable.