Las Escuelas de Tiempo Completo.
TAREA CIUDADANA/ Servando Miranda
QUIENES TUVIMOS LA OPORTUNIDAD DE ESTUDIAR EN AQUELLAS ESCUELAS PRIMARIAS DE TIEMPO COMPLETO EN VERDAD FUIMOS AFORTUNADOS.
De pronto la autoridad educativa decidió que los horarios debieran recortarse según argumentaron buscando la optimización del aprendizaje.
Lo que ahora vemos no fue tal el propósito. Lo que realmente nos hace suponer es que el estado dejó de ser capaz de sostener la demanda educativa cada vez más creciente, y en vez de optimizar el manejo de los recursos públicos buscó la salida más fácil: recortar el servicio educativo.
Posteriormente entre los ensayos de empleados-funcionarios de la SEP se retoma la idea de las escuelas de tiempo completo adicionando el servicio alimentario que sin duda fue para tener otra opción de desviación de recursos públicos.
Hoy nuevamente el servicio educativo es objeto de ocurrencias y desaparecen las “escuelas de tiempo completo” para ocupar el recurso en infraestructura educativa.
Soy seguidor de la Cuarta Transformación de la Vida Nacional, creo en ella sin embargo no deja de preocuparme la calidad de la educación.
Siempre he sostenido que la existencia de un órgano de dirección educativa como lo es la SEP, debe contar con el presupuesto más que suficiente para atender lo esencial en este tema.
Y lo esencial es eso precisamente elevar la calidad educativa como una prioridad para el desarrollo integral de la sociedad, lo he manifestado y me sostengo en ese punto: a la escuelas no se les debe escatimar recursos para el desarrollo de sus tareas.
La creación de nuevo espacios educativos que amplíen la cobertura e atención escolar en los diferentes niveles, la construcción y/o habilitación de edificios con sus anexos, la dotación de los equipos de la tecnología educativa moderna, formar y actualizar de manera permanente al personal docente, asignar personal de apoyo suficiente para atender las labores administrativas, de intendencia y de vigilancia, conformar grupos no mayores de 30 alumnos, entre otras estrategias que los gobiernos federal y estatales debieran seguir.
No puede seguir siendo que en los presupuestos de egresos se le de un valor especial a la difusión de imagen de la administración o gobernante en turno con menoscabo de la calidad y suficiencia de la educación.
Si, la educación cuesta y cuesta bien.
En este orden de ideas es importante destacar el interés del gobierno federal por atender responsablemente el tema educativo nacional al implementar el Programa la Escuela es Nuestra, una acción que va más allá del tradicional maquillaje a los edificios escolares y llega, como en el estado de Querétaro a los lugares históricamente olvidados, se construyen aulas, se equipan con mobiliario y equipo tecnológico, se gestiona la ampliación de red eléctrica a los lugares donde Nunca hubo, el recurso lo manejan las madres de familia lo que permite optimizarlo y la vida de la gente se transforma.
De ahí pues que no hay pretexto para que las entidades federativas dejen de hacer su tarea, menos aún cuando como en nuestro estado las participaciones federales fueron aumentadas significativamente.
La violencia se está adueñando de las voluntades juveniles, la drogadicción y la delincuencia han venido encontrando en los niños y los jóvenes un capo fértil para crecer y multiplicarse, es tiempo ya de volver a lo nuestro, al fortalecimiento de la unidad familiar como centro de toda acción social, es tiempo de darle el valor real que tiene el ejercicio magisterial y veremos sin duda resurgir una sociedad plena, con anhelos y decisiones.
No debe haber lugar para enconos surgidos de intereses personales o de grupo.