La reforma eléctrica
CAMBIO VERDADERO/ Rosy Hurtado
La reforma eléctrica propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador es muy clara, pretende fortalecer la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y evitar que la generación, distribución y comercialización de la energía eléctrica llegue a ser controlada por empresas particulares.
Hay factores que han dado la razón a la propuesta de reforma eléctrica, uno de ellos, lo que pasa en España con la problemática que enfrentan porque el precio de la luz para los consumidores finales ha tenido un incremento exorbitante, el gobierno de aquel país no puede intervenir porque la producción, distribución y por lo tanto el precio de la energía eléctrica lo controlan las empresas privadas.
Una vez más ciertos sectores empresariales y políticos de oposición, sobre todo del PAN, han comenzado una sucia campaña contra la reforma diciendo que el gobierno federal está en contra de las empresas, que busca nacionalizar la industria eléctrica convirtiendo a la CFE en un monopolio y que se deja de lado la generación de energías limpias. Es justo poner en un contexto real los tres puntos anteriores en palabras muy simples:
¿El gobierno federal está en contra de las empresas? Claro que no, solo en contra de aquellas que se han beneficiado al amparo de acciones políticas corruptas y en detrimento de los bienes de la nación. Aquí cabe mencionar como claro ejemplo a grandes empresas como Walmart, BBVA México, Grupo Modelo, América Móvil, IBM, FEMSA y Grupo BAL entre otras que por años les condonaron miles de millones en impuestos mientras que a profesionistas, comerciantes, pequeños empresarios, o empleados como usted y como yo debíamos pagar si o si nuestros impuestos. No fue contra las empresas, simplemente se aplicó la ley para que todos cumpliéramos con nuestras obligaciones fiscales.
¿Que la CFE se va a convertir en un monopolio? Claro que no. La RAE define monopolio como “Derecho legal concedido por el Estado a un individuo, grupo o empresa para explotar con carácter exclusivo alguna industria o comercio”, la reforma propone que la CFE generará al menos el 54 por ciento de la energía eléctrica que requiera el país, y el resto lo podrá generar el sector privado, obviamente con reglas claras y contratos que beneficien a todos, especialmente a los consumidores, entonces ¿dónde está la monopolización de la que hablan los opositores?
¿La reforma va en contra de las energías limpias o renovables? Para empezar debemos saber que no son lo mismo, la energía renovable es aquella que se obtiene a partir de una fuente que no se acaba mientras que la energía limpia es aquella que durante su producción contamina menos en comparación con otras, como la energía proveniente de fuentes fósiles.
La reforma eléctrica no va en contra de estas energías, pero sí considero que es el punto en el que falta poner más atención. Parques eólicos como Mesa de Morenos en el estado de Zacatecas, Coromuel en Baja California Sur, parques solares como Xoxocotla en el estado de Morelos y Tampico Solar en Guanajuato son muestra de que se están tratando de impulsar energías renovables, sin embargo es claro que México tiene mucho camino por recorrer en este rubro.
La reforma eléctrica busca un cambio verdadero porque preserva nuestra soberanía energética a través del fortalecimiento de la CFE sin cerrar la puerta a las inversiones privadas, todo en busca del bienestar de los mexicanos.