¡Hasta que la dignidad se haga costumbre!
INBOX POLITICO/ Claudio G. Osornio
Emotivo pero también enriquecedor resultó la conclusión del Primer Consejo Extraordinario Universitario de la UAQ, celebrado la noche de este viernes, en el que se aprobó por unanimidad el levantamiento del “Paro Estudiantil” y el regreso a clases el próximo jueves 3 de Noviembre.
Tras una votación -a mano alzada- por parte de integrantes de “Facultades Unidas” y del propio Consejo Universitario se permitió el regreso a clases, tras un mes de paro.
La Rectora Teresa García Gasca ante tal escenario , emitió un sólido discurso de reconciliación.
Comenzó con autocrítica. Reconociendo las insuficiencias reglamentarias y estructurales propias de la realidad que impera aún al interior de la UAQ, en materia de Violencia de Género. Por ello el llamado fue claro y contundente:
“Regresaremos a clases sabiendo que no somos ya las mismas personas”; advirtió la Rectora de cara a los nuevos y renovados aires que comenzarán a soplar al interior de la Máxima Casa de Estudios del Estado de Querétaro a partir del próximo jueves 3 de Noviembre.
Tras advertencia, no hay engaño. Aquí el mensaje claramente va dirigido, para esa base docente patriarcal de la UAQ, la cual por décadas, le imprimió una “cultura machista” a la impartición del conocimiento, esto a pesar de su reconocida capacidad.
Eso debe de acabar y ser demolido, hasta el último cimiento.
Le duela a quien le duela.
Con ello, sin duda, se daría pie a un genuino reclamo social -desde la UAQ- a las autoridades estatales. En especial para el Gobernador en turno, para que de una vez y para siempre Querétaro deje de ser un Estado, en donde la Violencia de Género siga siendo “apapachada” por instancias de seguridad y de impartición de justicia.
La realidad es que este último mes, puede ser el lapso de tiempo mejor invertido en la historia de la UAQ, si todos los actores asumen su responsabilidad.
No debe quedar duda que las, les y los estudiantes universitarios serán los primeros en poner el ejemplo.
Así lo asumieron las les y los 10 jóvenes que ayer se pronunciaron por defender, hasta sus últimas consecuencias, el principio básico de este renovado Movimiento Estudiantil
¡Hasta que la dignidad se haga costumbre!