Encrucijadas: Andrés, Mauricio y Roberto.
LA NUEVA POLÍTICA/ J. Trinidad Cachua
Vivimos existiendo con la ilusión de que nuestros gobernantes, en la diferente dimensión que les corresponde, tienen la “libertad” desde sus posiciones para mejorar nuestro país, estado y municipio, nada mas lejos de la realidad.
Hoy en día dos son las empresas transnacionales que realmente controlan todos los aspectos de la vida de los seres humanos en este mundo, se trata de BlackRock y Vanguard, desde la alimentación, los medios de comunicación, la tecnología, la banca, las farmacéuticas, y muchos rubros más, esas dos entidades son los verdaderos amos del mundo y de los recursos naturales de las naciones.
Andrés Manuel López Obrador, desde el 8 de mayo del 2018, en plena etapa de campaña por la Presidencia de México, tuvo que ceder ante BlackRock, y lo anuncio en Tv Azteca, dentro del noticiero de Javier Alatorre.
Solo así se le permitiría ocupar la silla presidencial, todo lo demás ya era puro trámite de apariencia desde ese momento, feliz y sonriente López Obrador anuncio la reunión privada que sostuvo ese día con Larry Fink (presidente de BlackRock), Anaya y Meade probablemente sufrieron de nauseas al saber que la empresa transnacional que controla nuestro país, se había “entendido” muy bien con AMLO.
Y a 3 años de gobierno federal, se evidencia cada vez más que finalmente el control de nuestro país lo sigue teniendo BlackRock, sabedor el gobierno federal de que eso es un tema en el cual no se puede hacer nada, sigue adelante en lo que se le puede permitir hacer sin afectar los intereses de la poderosa transnacional, mejor ser amigo que enemigo de quien con un chasquido de dedos puede acabarte, eso en relación a la “buena amistad” que viene cultivando AMLO con Fink desde el 2018.
Mauricio Kuri y Roberto Cabrera, aunque con solo meses de haber iniciado su gestión en lo estatal y municipal, respectivamente, enfrentan también sus propias batallas contra los diferentes intereses que se sumaron a sus proyectos para gobernar, como todo es a escala, a ellos les toco con los ramos locales empresariales, industriales y políticos.
Desde ese punto todo gobernante da inicio a su gestión, si alguno de ellos se atreve a poner al pueblo realmente por encima de los intereses financieros que controlan el desarrollo económico del país, estado y municipio, se les acabaría en un día la permanencia en su gobierno, tan solo imaginemos una devaluación del peso, eso sería el fin de la 4T.
A ese nivel es el control y sometimiento que los poderes facticos (financieros) tienen sobre cualquier gobierno en el nivel que sea.
Cada uno de nuestros 3 gobernantes, López Obrador (nacional), Mauricio Kuri (estatal) y Roberto Cabrera (municipal), enfrentan sus propias encrucijadas,
AMLO tiene a BlackRock con sus intereses metidos en Petróleos Mexicanos (PEMEX) y en el caso de Kuri y Cabrera, tienen en lo realizado por sus antecesores y en las dependencias de la Comisión Estatal de Aguas (CEA) y la Junta de Agua Potable y Alcantarillado Municipal (JAPAM) el crucial dilema de transcenderlos, para avanzar en sus propios gobiernos y ante una sociedad queretana que cada día despierta más.