En Querétaro, buenos intentos por recomponer la seguridad pública.
LA ESTOCADA/ Jerónimo Gurrola
La política como mecanismo para adquirir poder y riqueza material es insaciable. Tan pronto como los políticos ocupan un cargo público, aunque no tengan conocimientos ni preparación, se lanzan en busca de otro puesto de mayor envergadura y obvio, de mayor ingreso, abandonando sus responsabilidades. Las promesas hechas en sus campañas dejan de tener importancia, al fin que una despensa o una tarjetita adquiridos con el mismo dinero de los ciudadanos resuelve todo.
Viene esto porque de entre todas las tareas que asumen los políticos convertidos en servidores públicos, al momento de tomar posesión y jurar cumplir y hacer cumplir la Constitución, está la de brindarle seguridad a la población, situación que han abandonado por dedicarse a buscar el poder, incluso violando la ley con actos anticipados de campaña, valiéndoles un soberano cacahuate, al grado de que desde hace mucho tiempo, México ocupa uno de los primeros lugares en homicidios de América Latina.
De acuerdo con el registro de homicidios dolosos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, del 1 de diciembre de 2018 al 22 de octubre de 2022, de la actual Administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, las fiscalías estatales y federales han registrado 137 mil 121 homicidios dolosos, y se mantiene una tendencia al alza.
Haciendo la comparativa de las muertes en el mismo periodo en otros sexenios, el actual Gobierno, encabeza el registro de dicho delito con 137 mil 121 incidentes, superior al de la Administración pasada, con Enrique Peña Nieto, que registró 67 mil 388 y muy superior a la registrada durante el sexenio de Felipe Calderón, afectando inevitablemente a entidades como Zacatecas, Colima, Guerrero y Michoacán como lo han intentado con poco éxito en Querétaro, uno de los más seguros del país.
Por eso, ante los últimos acontecimientos delincuenciales registrados en los municipios de Corregidora y Pedro Escobedo, en los que el crimen organizado ha colocado narco mantas, intentando crear psicosis en la población con restos de cerdos, a pesar de los importantes recortes del gobierno de la 4T, para utilizarlos en la organización de marchas de Estado, para quedarse con el control de la autoridada electoral, del INE.
En la promoción de sus corcholatas y en programas electoreros de repartición de dinero público, ha sido muy acertada la actitud de las autoridades de seguridad pública al reforzar la vigilancia y seguridad en zonas estratégicas, incluido el que, una vez hecha ley que el ejército haga tareas de seguridad pública, la reposición de los elementos de la guardia nacional en zonas federales dentro del estado.
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