El inicio de una nueva etapa en la política mexicana
Por Trinidad Cachua Martínez
El inicio de una nueva etapa en la política mexicana
Con la alianza establecida la semana pasada entre los Senadores del PAN y el partido político español Vox, se da por iniciada la que será una pelea *estratégica”, en México entre dos ideologías mundiales, el nacionalismo y el comunismo.
Si bien Vox es claramente señalado como un partido radical de ultraderecha, es en esa misma sintonía como hoy en día el actual gobierno español de Pedro Sánchez, se encamina radicalmente en la vía del comunismo, por eso la gran polaridad social que hoy existe en esa nación ibérica.
Pero si consideramos que Vox, y su dirigente Santiago Abascal, se cobijan en el sendero de mantener un nacionalismo soberano, contrario al comunismo esclavizador que busca el gobierno de Sánchez en España, desde esa perspectiva al tratar de analizar esa alianza para los efectos de México, nos encontramos con muchas discrepancias.
De entrada el actual Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, tiene comunión con algunas de las peleas que Vox ejerce en España, principalmente el nacionalismo soberano, más sin embargo una fuerte corriente radical de izquierda al interior de Morena comulga muy claramente con el enfoque de un gobierno comunista, el cual tratan de disfrazar con el término de “progresismo”.
Por eso desde esa óptica la alianza entre Senadores del PAN y algunos del PRI, con el líder español de Vox, Santiago Abascal, está dirigida contra esa “ala izquierdista comunista” de Morena, más no contra AMLO.
Y dentro de esa corriente de tendencia progresista comunista en Morena, los posibles lideres que también se conviertan en elementos de señalamiento en el futuro, podrían ser Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, quienes sin dudarlo podrían dar ese toque comunista el día de mañana a nuestro país, tal y como lo ejerce Pedro Sánchez, en España.
La firma de la Carta Madrid, efectuada la semana pasada por los legisladores de Acción Nacional con Vox, se puede entender como el inicio de lo que será una batalla política por el alma del continente americano, en la disputa entre el nacionalismo y el comunismo en nuestro continente, aunque lamentablemente como se ve de entrada el panorama, esto servirá solo para polarizar más esta región.