
El dilema de René Mejía, en Amealco.
INBOX POLÍTICO/ Claudio G. Osornio

En días pasados circuló en redes sociales, los montos de los sueldos “brutos” que mantiene el Gobierno Municipal de Amealco de Bonfil.
Pesos más pesos menos, para darnos una idea, el Presidente Municipal de aquella demarcación cobra poco más de 90 mil pesos, los regidores 60 mil pesos, Secretarios y Directores entre 30 y 40 mil pesos cada mes.
Ya quitando impuestos, el edil se lleva poco menos de 80 mil pesos, los regidores poco menos de 50 mil pesos cada uno de ellos; Secretarios y Directores, entre 20 y 30 mil pesos respectivamente.

El principal reclamo que se realizó a la “revelación”, es el hecho de que Amealco siendo un municipio indígena, con extremas necesidades, resulta ofensivo contar con una nómina de ese calibre. Puede parecer cierto, pero hay que ver el contexto.
Según una rápida comparación de nóminas, realizada por Inbox Político, Amealco se ubica por debajo de los municipios conurbados a la capital, es decir Corregidora, Querétaro, El Marques, Humimilpan e incluso por debajo de Colón.
Arriba de Amealco, están también Pedro Escobedo, San Juan del Río, Tequisquiapn, Cadereyta y Ezequiel Montes. Es allí en donde Amealco, junto con Tolíman y algunos municipios serranos hacen su aparición.

También nos encontramos con que la aparente “pesada nómina” de Amealco, no es algo nuevo, incluso trasciende a la pasada administración en donde el Presidente Municipal Electo René Mejía, aparece en 2 cargos distintos dentro de la administración que encabezó en su momento el ex alcalde Gilberto García. Además desde luego de su paso por la CEA.
De tal suerte que, del 2012 al 2020 René Mejía habría obtenido ingresos “brutos” por 3 millones 800 mil pesos aproximadamente. Precisamente en base al mismo tabulador que supuestamente se “reveló” en días pasados y el cual desde siempre ha estado publicado en la página oficial del Gobierno de Amealco.

El punto aquí es que René Mejía, tendrá que mantener el mismo tabulador al menos durante las primeras 6 quincenas de su Gobierno, la ley lo obliga a ello.
Si él quisiera modificar dichas percepciones, tendría que ser aprobado por su cabildo y posteriormente por el Congreso Local.