Cuando el desabasto alimentario nos alcance.
LA NUEVA POLÍTICA/ Trinidad Cachua
El Dr. Manuel Velasco Herrera, Geofísico de la UNAM y en Ingeniería Espacial en Rusia, realizo un estudio sobre los ciclos de la energía solar, titulado “El déficit de la energía solar en el siglo XXI”, en el cual con el apoyo incluso de la inteligencia artificial llego a resultados inquietantes que tienen que ver con la salud, la alimentación y las energías actuales.
Dentro de su análisis investigo las pandemias en el mundo desde la edad media a la actualidad, además cotejo sus datos con investigaciones realizadas por la Unión Europea y la NASA.
Asegura el Dr. Manuel Velasco, que la energía solar esta disminuyendo, todo lo contrario, al calentamiento global que promueven los intereses neoliberales para controlar las ganancias por el sector energético en el mundo.
De su investigación se desprende que a principios de este siglo comenzó una etapa de baja actividad solar, por lo que, si tenemos muy poca energía, los primeros seres vivos que lo van a resentir son las plantas.
Cuando en la historia de la humanidad hemos tenido mucha energía del sol, se tuvieron etapas de desarrollo social, cultural y económico, pero al suceder lo opuesto el resultado fue diferente, problemas de salud, de alimentación, de guerras.
Eso fue el resultado de investigar el fenómeno solar desde la edad media hasta este momento.
El dato que mas le preocupa desde entonces es que cuando tenemos déficit de energía solar, surge la carencia de alimentos.
Desde el año 2000 inicio esta fase deficitaria solar y según sus estudios se mantendrá hasta el año 2080 aproximadamente.
Desde hace 21 años la población mundial tiene menor vitamina D, por tanto, menos inmunidad, ya que los alimentos son de una menor calidad desde el hecho de que no llegan lo suficiente en su intensidad los rayos del sol a los alimentos que se siembran en los campos.
Fue desde el año 2010 que la ONU tuvo un cambio significativo sobre el tema alimentario por conducto de su área denominada la FAO, a quienes les quedo claro que, aunque se tenga dinero no se va a tener a quien comprarle alimentos, porque estos serán muy escasos, y estarán muy controlados por un pequeño sector empresarial.
Urge una reforma agroalimentaria en nuestro país, tenemos ya 21 años retrasados.
La esperanza a nivel local se veía con la creación de la secretaria de desarrollo agropecuario, pero ahora que ya es una realidad, quedo mucho a deber en ese compromiso con el campo nuestro presidente municipal, ojalá pueda rectificar a tiempo, por el bien de nuestros hijos y las próximas generaciones de sanjuanenses.