
Borregos y estúpidos
LA NUEVA POLÍTICA/ Claudio G. Osornio

A título personal escribo esta columna en la cual quiero referirme a la famosa carta que envió el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador al Parlamento Europeo la semana pasada.
Y comienzo diciendo que me pareció formidable que aludiera a la palabra borregos, señalando a los parlamentarios europeos, pero se quedo corto el mandatario nacional, debió también de señalarles el adjetivo de “estúpidos”.
Y es que en este momento esa segunda palabra es la que mejor les queda como “anillo al dedo” a todos esos políticos europeos que forman parte del ya mencionado parlamento.
Ahora me voy a referir a la carta que en un inicio enviaron primero ellos (parlamento europeo) a nuestro gobierno federal, en la cual en el tema que “utilizan” como fundamento de ese escrito se condenan las amenazas, el acoso y el asesinato de periodistas y defensores de los derechos humanos en México y piden que estos crímenes (que ya han acabado con la vida de seis reporteros en lo que va de 2022) se investiguen de manera rápida, exhaustiva, independiente e imparcial, y en la cual también hablan sobre la libertad de expresión, la libertad de prensa y la libertad de reunión, señalando que constituyen mecanismos clave para el funcionamiento de una democracia sana, lo anterior fue la excusa para hacerle un “llamado de atención al gobierno mexicano”, sobre una situación que nuestro país vive desde hace muchísimas décadas, y que si es menester del actual presidente, López Obrador, atender, pero también refleja que viven en una terrible ingenuidad los parlamentarios europeos.
Por que ellos se deben a sus ciudadanos, los cuales radican en Europa, en donde apenas hace unas semanas inicio un conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, y en un continente donde además la población (europea) enfrenta un muy difícil panorama económico por el tema energético, los españoles están sufriendo para poder pagar sus recibos de luz, por el enorme costo que se tiene en ese país al ser controlado el sector energético de esa nación por empresas privadas.
Señores parlamentarios europeos, gracias por preocuparse por nuestro país, gracias por querer ser paladines de la justicia en México, se los agradezco, pero “nosotros lo resolveremos, no los ocupamos para nada”, ustedes preocúpense por la angustiante situación de vida que está teniendo la ciudadanía europea, gracias a Dios, los mexicanos estamos mejor que muchas personas que viven en el viejo continente, Ucrania es un ejemplo.
Señores parlamentarios europeos, no sean borregos estúpidos, y luchen por el bien de los millones de ciudadanos de ese continente que están por enfrentarse a la peor etapa de sus vidas después de la segunda guerra mundial, y para que vayan perdiendo un poco la ingenuidad les sugiero que envíen cartas como la enviada a nuestro gobierno mexicano, pero al lugar correcto donde deben hacerlo, es decir al Foro Económico Mundial y al Presidente de los Estados Unidos, que son quienes están orquestando el siguiente genocidio en toda Europa, con políticas bélicas, de energías limpias, de desabasto alimentario, de salud pública, de deuda.
A diferencia de Europa, en México si pelearemos por mantener nuestra soberanía y libertad, cosa que ustedes dejaron de hacer para volverse títeres de una agenda europea enfocada en destruir las soberanías de las naciones de esa parte del mundo, mediante el experimento llamado “Unión Europea”, implantado desde el Foro Económico Mundial, a quienes ustedes ahora sirven, dejando en el abandono a la población de ese rincón del mundo.
Por eso les reitero señores parlamentarios europeos, dejen de ser borregos estúpidos e ignorantes, México es territorio soberano, los conquistados ahora son ustedes, los esclavos del Foro Económico Mundial son por ahora ustedes nada más, abran los ojos y den la pelea para sacar de la lamentable precariedad de vida en la que llevan a la ciudadanía europea, me despido nada más repitiéndoles señores parlamentarios europeos dejen de ser borregos estúpidos.