ANAYÍN PROFUGUÍN

Por Néstor Domínguez Luna ✍️
ANAYÍN PROFUGUÍN

En días pasados ha existido una fuerte presencia en redes sociales y medios de comunicación y hasta en la mañanera, del ex candidato a presidente de la República Ricardo Anaya Cortés , quien siguiendo en su papel de comediante “standupero” con videos que a la mayoría nos causan mucha gracia y poco debate serio y profundo. Eso sí, han sido fuente de frases huecas, forzadas y mentirosas como: “me da mucho coraje la pobreza” y “he decidido regresar” que también han sido material para memes que circulas por redes. Imágenes y contenidos en las que pretende hacerse pasar por un político cercano a la gente.

Cabe analizar que, en todos sus videos o declaraciones, no encuentro argumentos políticos sustentados en pruebas, solo ocurrencias, aplicando lo que Oscar Wilde decía: “la única cosa peor que hablen de nosotros, es que no hablen de nosotros” o, dicho de otro modo, no existe la mala publicidad. Mercadotecnia con la cual busca inflar su disminuida aspiración a repetir como candidato a la presidencia, ahora por la posible alianza prianrdista en el 2024.

¿Pero quién y de dónde surge este personaje? Para contestar habrá que remontarnos al año 2000, cuando a sus 21 años participó como candidato a diputado local en Querétaro por el distrito 14, candidatura que perdió con solo el 7% de la votación, sin embargo, con ello comienza su actividad política electoral. Durante el periodo 2003-2009 fue secretario particular del entonces gobernador panista Francisco Garrido Patrón, quien lo impulsó para formar parte de la planilla plurinominal en las elecciones 2009.

Para el 2012 de nueva cuenta se filtra a la planilla plurinominal por acción nacional pero ahora en la de diputados federales para el periodo 2012-2015, durante en el cual se aprobaron la mayoría de las “reformas estructurales” del priista Peña Nieto, entre ellas la energética, que se realizó de forma muy oscura, exprés y a con mentiras hacía la ciudadanía.

Posterior a la diputación federal, fue electo presidente nacional del PAN apoyado por Gustavo Madero, al cual traicionó a la postre fundamentalmente por sus aspiraciones rumbo al 2018. Ese año, logró imponerse en su partido como candidato a presidente de la República, alcanzando el 22% de la votación y ganando únicamente en el estado de Guanajuato, siendo apabullado por Andrés Manuel López Obrador en las otras 31 entidades.

Era importante aclarar el origen político de Anaya, debido a que actualmente se le está investigando, según un comunicado emitido por la Fiscalía General de la República, por su participación en los posibles actos de corrupción cometidos para la aprobación de la reforma energética, habiendo constancia de que Anaya emitió su voto a favor en fecha 12 de diciembre de 2013, en la denuncia es acusado por el testigo colaborador Emilio Lozoya, quien fuera director de PEMEX en el sexenio de Peña Nieto, mismo que ha declarado haber entregado diversas cantidades de dinero en efectivo a diputados y senadores del partido acción nacional para la aprobación de la reforma, entre ellos a Ricardo Anaya a quien se le acusa de haber recibido la cantidad de 6.8 millones de pesos en el estacionamiento de la cámara de diputados, denuncia presentada desde el 2020, fecha en que fue extraditado Emilio Lozoya por los casos de Odebrecht y por desvío de recursos de PEMEX.

No solamente a Ricardo se le vincula con estos actos de corrupción, debemos recordar que en aquellos años veíamos a varios panistas como Francisco Pancho Domínguez Servíen, en ese entonces Senador de la República, promoviendo vehementemente en espacios públicos como la Universidad Autónoma de Querétaro la reforma energética, lo que al pasar de los años y con las declaraciones de Lozoya Austin, ya no parece casual, ya que recordamos que en meses pasados se difundió un video en el que el secretario particular del actual gobernador de Querétaro, se le ve recibiendo en una maleta fajos de billetes por la cantidad de 6 millones de pesos en efectivo, dinero entregado en las instalaciones del Senado.

Un hecho notorio es que durante los años en que Anaya ha trabajado en la administración pública o ha sido representante popular, el patrimonio de la familia de su esposa se ha incrementado en más de 14 veces, ya que pasó de 21 millones a 308 millones en inmuebles, en un lapso de 13 años, siendo en más del 50% de esas propiedades socia mayoritaria su esposa Carolina Martínez Franco.

Además, cabe hacer mención que no es la única investigación en su contra por corrupción, tráfico de influencias y fraude, basta recordar la denuncia en conjunto al empresario queretano Manuel Barreiro Castañeda, quienes simularon una serie de movimientos financieros entre 2016 y 2017, entre la cuales se acusa de triangulaciones y uso de empresas fantasma por 53.7 millones de pesos que terminaron en poder de Ricardo Anaya Cortés. O el caso de la Fundación Por más Humanismo, una asociación civil de Anaya, que fue utilizada para encubrir negocios inmobiliarios, que dejó ganancias a empresarios cercanos al panismo queretano.

Por último, resulta ofensiva la comparación que el propio Anaya hizo con compañero revolucionario Ricardo Flores Magón como perseguidos de una dictadura, cuando el primero es un prófugo por presuntos fraudes, corrupción, lavado de dinero, y el segundo, es un gigante de nuestra historia, un hombre que luchó por la libertad, la igualdad y la liberación del pueblo de México durante y después de una verdadera dictadura cruel y sangrienta como lo fue la de Porfirio Díaz a través de su actividad política y editorial, llegando hasta el auto exilio a Estados Unidos después de haber sido encarcelado injustamente por cuarta vez por su forma de ser, de pensar y de actuar políticamente.

En territorio norteamericano continúa escribiendo y publicando textos en el periódico Regeneración y enviados a México para su difusión, además de realizar toda clase de empleos para ganarse la vida dignamente, después de una resolución judicial que les prohibió a los hermanos Magón la publicación de cualquier periódico o contenido.

Ricardo Flores Magón, anarquista y sindicalista mexicano, fue obligado a abandonar el país, desde allá se propuso y dispuso organizar el derrocamiento del dictador Porfirio Díaz, quien mató, desapareció y censuró a sus opositores, y no como Ricardo Anaya un político del montón, que salió huyendo del país a su casa de Atlanta la cual le genera un gasto anual de 4.5 millos de pesos entre renta, mantenimiento y colegiatura de sus hijos para evitar enfrentar la justicia mexicana. Como dice la sabiduría popular, “el que nada debe nada teme”.